El presidente Luis Arce condenó el despliegue militar de Estados Unidos en el Mar Caribe y la autorización de operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano, calificándolos como una grave violación del Derecho Internacional y una amenaza directa a la paz y estabilidad en América Latina.
A través de un enérgico pronunciamiento en su cuenta de X, el mandatario boliviano afirmó que estas acciones “no engañan a nadie”, y que no se trata de una lucha contra el narcotráfico, sino de “acciones injerencistas que vulneran la soberanía nacional”.
Arce advirtió que aviones bombarderos estadounidenses habrían sobrevolado el Caribe, cerca de la frontera marítima venezolana, en lo que describió como maniobras de carácter intimidatorio. Según el jefe de Estado, esta escalada podría derivar en un conflicto de mayores dimensiones, comprometiendo la estabilidad regional.
En ese marco, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional a mantener una postura firme frente a lo que calificó como agresiones. Reiteró además que América Latina debe seguir siendo una Zona de Paz, tal como lo establece el consenso regional.
El presidente boliviano también destacó los lazos históricos y políticos entre Bolivia y Venezuela, lo que —según dijo— obliga a defender la soberanía de cualquier intento de intervención extranjera. Asimismo, instó a organismos regionales como la CELAC, UNASUR y el ALBA-TCP a convocar reuniones de emergencia para articular una respuesta colectiva.
Recientemente, el gobierno estadounidense confirmó que autorizó a la CIA a realizar operaciones encubiertas en Venezuela, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. En paralelo, también se habrían desplegado buques de guerra y aeronaves en el Caribe, muy cerca de aguas territoriales venezolanas, lo que ha provocado tensiones diplomáticas con Caracas y críticas de varios gobiernos de la región.
No es la primera vez que Arce se pronuncia sobre el tema. En agosto de 2025, ya había denunciado maniobras similares, acusando a Washington de lanzar “infamias” contra el gobierno de Nicolás Maduro para justificar su presencia militar en la zona. Autoridades venezolanas también han alertado que estas acciones forman parte de una estrategia de presión contra Caracas y una violación directa a su soberanía nacional.
















