Sin brindar explicaciones públicas, las autoridades bolivianas entregaron al líder del Primer Comando de la Capital (PCC), Marcos Roberto de Almeida, alias «Tuta», a la Policía Federal de Brasil bajo un fuerte resguardo policial en la frontera. Lo llamativo del caso es que De Almeida no fue presentado ante un juez cautelar, a pesar de haber sido aprehendido con documentación falsificada y presuntamente imputado por falsedad material e ideológica.
El ciudadano brasileño, considerado uno de los principales operadores de una red internacional de narcotráfico y lavado de dinero vinculada al PCC, fue detenido por Interpol en una oficina del Servicio General de Identificación Personal (SEGIP), en momentos en que intentaba renovar su cédula de extranjero utilizando el nombre falso de Maycon Goncalves da Silva.
A pesar del peligroso perfil del detenido, efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) lo trasladaron por tierra hasta Puerto Quijarro, escoltado por un fuerte contingente policial. Del lado brasileño, diversas unidades operativas desplegaron un amplio dispositivo de seguridad para su recepción y posterior traslado a un centro penitenciario.
Hasta el momento, ninguna autoridad boliviana ha ofrecido una versión oficial sobre la figura legal bajo la cual fue entregado De Almeida: si fue deportado, expulsado o extraditado. Según la Policía Federal de Brasil, el reo figura en la lista roja de Interpol y fue condenado en su país a 12 años de prisión por los delitos de asociación criminal y lavado de activos.
De acuerdo con la oficina de Interpol Santa Cruz —que ejecutó su aprehensión—, De Almeida tenía activa una alerta roja migratoria y era buscado en Brasil por múltiples delitos, entre ellos tráfico internacional de drogas. Se aguarda un informe oficial del Comandante Departamental de Santa Cruz o de alguna autoridad de Gobierno.
