El rencor y el resentimiento se habían cultivado meses atrás, cuando Carmen Silvia López Rodríguez prestó una suma de dinero a Gina Paola T., madre de dos niños de 4 y 7 años, en el municipio de La Guardia.
El incumplimiento en la devolución del préstamo desencadenó discusiones constantes entre ambas mujeres, quienes compartían la misma vivienda.
A fines de septiembre, las peleas pasaron de los insultos a las agresiones físicas. En uno de esos enfrentamientos, Silvia resultó herida y fue hospitalizada, donde perdió al bebé que esperaba. Desde el hospital, presa del dolor y la rabia, juró vengarse de su cuñada y comenzó a enviarle mensajes de texto y audios amenazantes. “Si a mi hijo le pasa algo, te vas a arrepentir toda tu vida. Hijo por hijo, acuérdate”, le escribió Silvia.
Gina, intentando calmar la situación, respondió que no le debía nada y que no tenía intención de seguir discutiendo. “Dejate de líos, tu asunto es conmigo. Ya dejé morir la deuda, que sirva al que menos tiene”, replicó. El día del crimen, Gina salió a dar clases particulares, dejando a sus hijos al cuidado de su suegra. Según su testimonio, terminó su jornada a las 16:00 y recibió un mensaje que le pedía regresar rápido.

“Me subí a mi moto y en el camino compré pan y cuñapés que le gustan a mi hijo. Cuando llegué a casa, los encontré en una situación que me duele recordar”, contó entre lágrimas.
Posteriormente, se supo que Silvia y su pareja, Roberto A. S., se habían quedado a dormir en la vivienda desde el martes sin que la madre lo supiera. De acuerdo con el informe policial, ambos niños fueron torturados por la mujer en presencia de su pareja. Luego, Silvia tomó una escopeta de balines y golpeó a los pequeños con la culata en la cabeza hasta dejarlos inconscientes. Tras el ataque, la pareja abandonó el lugar.
El Grupo DACI de La Guardia, bajo la dirección del teniente coronel Adhemar Flores Omonte, logró detener en menos de 24 horas a los acusados en una vivienda del cuarto anillo, zona del cementerio La Cuchilla, cuando intentaban huir hacia Riberalta.
A las 02:50 de la madrugada del viernes, el corazón de la niña dejó de latir. Fue declarada fallecida por una fractura craneal severa, mientras que su hermano permanece internado en terapia intensiva en el Hospital de la Caja Petrolera de Salud.
El cuerpo de la menor fue trasladado a la morgue de la Pampa de la Isla para la autopsia legal. El Ministerio Público prepara la imputación formal contra la pareja por los delitos de infanticidio y lesiones graves y gravísimas.















