Alexander Calle Juárez, ciudadano peruano secuestrado días atrás en el municipio de San Juan, fue hallado muerto el jueves en la faja Norte de Yapacaní, a varios kilómetros del lugar donde fue raptado. El examen forense confirmó que la víctima estaba maniatada y se presume que fue ejecutada de rodillas con tres disparos.
Según el informe, dos proyectiles ingresaron entre la nuca y la oreja, mientras que un tercero impactó en el omóplato y salió por el abdomen, provocando graves daños internos. Además, se registraron fracturas en el cráneo y excoriaciones en las muñecas, compatibles con haber estado fuertemente atado. La data de muerte se estima entre 20 y 30 horas antes de la autopsia.
El cuerpo fue encontrado boca abajo y cubierto con dos capuchas, una negra y otra café. Comunarios avisaron a las autoridades tras hallar el cadáver en una zona boscosa. En el lugar, la Policía identificó señales de movimiento y un refugio improvisado, lo que sugiere que el cautiverio ocurrió cerca de donde fue abandonado.
Calle Juárez residía en Bolivia desde hace más de 15 años y se dedicaba a la siembra de soya. Según el comandante de la Policía de Ichilo, Efraín Gutiérrez, los secuestradores habrían exigido inicialmente un rescate de 300.000 dólares, que luego habría sido reducido a 200.000 bolivianos, aunque esta información aún no fue confirmada por la familia.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) investiga el caso, considerando que la víctima fue colocada de rodillas y ejecutada en esa posición, según la trayectoria de los disparos y la postura en que fue hallado el cuerpo.













