Irán ejecutó este miércoles a dos hombres: uno acusado de espiar para Israel y otro señalado como miembro del grupo extremista Estado Islámico, según medios estatales.
El presunto espía, Rouzbeh Vadi, fue acusado de entregar información clasificada al Mossad y de revelar datos sobre un científico nuclear iraní asesinado en junio. Según el sitio Mizanonline, Vadi se habría reunido cinco veces con agentes israelíes en Viena y trabajaba en instituciones sensibles del Estado iraní. Su perfil académico lo vincula con la Autoridad Reguladora Nuclear de Irán.
La televisión estatal difundió un video en el que Vadi confiesa haber colaborado con Israel por razones económicas, aunque no se ha confirmado si lo hizo bajo coacción. Con esta ejecución, ya son siete las personas ejecutadas por espionaje desde el inicio de la escalada con Israel, lo que preocupa a organizaciones de derechos humanos.
Ese mismo día, Irán también ejecutó a Mehdi Asgharzadeh, acusado de pertenecer al Estado Islámico y de planear actos de sabotaje. Según las autoridades, recibió entrenamiento en Siria e Irak e ingresó al país con otros militantes, muertos luego en un enfrentamiento. En ambos casos, las sentencias fueron confirmadas por la Corte Suprema, aunque persisten dudas sobre la transparencia de los procesos judiciales.
Fuente: Infobae