Los crossovers entre boxeadores y peleadores de artes marciales mixtas son muy populares. El combate entre Conor McGregor y Floyd Mayweather, dos de las mayores estrellas en su especialidad, fue el segundo PPV más vendido de la historia del boxeo. Mike Tyson no se lo planteó nunca. El excampeón de los pesos pesados ahora está realizando combates de exhibición, y el siguiente será con Mayweather en 2026. Reveló que nunca hubiese peleado en la UFC.
“Cinco de los peleadores más grandes de la UFC juntos no igualarían mi paga. Yo quería ser el peleador más grande, con las bolsas más grandes, quería todo eso”, comentó Tyson en una entrevista con el rapero Fat Joe. Una de las quejas más comunes de los peleadores de la compañía de Dana White son sus “bajos” salarios. En comparación al boxeo, lo son. De hecho, Canelo Álvarez y Terence Crawford cobraron más por su último pleito que todos los peleadores de la UFC juntos en 2025.
Francis Ngannou fue uno de los ejemplos, que se fue por los salarios y probó suerte en el boxeo. Aunque a nivel deportivo no le fue muy bien, se llevó unas buenas bolsas, más que en toda su carrera en la UFC. Además, durante la época en la que Tyson competía y era toda una superestrella, la compañía de MMA estaba arrancando, y los sueldos eran todavía más bajos. Los grandes nombres como Mark Coleman, Randy Couture o Andrei Arlovski ni soñaban con esas cifras. Las bolsas del boxeo, en cambio, eran millonarias, una locura.
A día de hoy, los pagos de la UFC han subido, pero muchos peleadores siguen quejándose. Cobran dependiendo su nivel de popularidad y si hay algún título de por medio. Los que están en un nivel más bajo, ganan entre 10.000 y 30.000 dólares (entre 8.560 y 25.680 euros), mientras que el nivel más alto cobra entre 500.000 y 3.000.000 de dólares (entre 427.995 y 2.567.609 euros) por pelea. El caso de Conor McGregor fue diferente.
Tyson parece que le ha cogido el gustillo a las exhibiciones. En julio hizo una ante el youtuber Jake Paul, en la que, obviamente, no lució muy bien. Había más de 20 años de diferencia entre ambos boxeadores (el excampeón de los pesos pesados tiene ya 59 años). “Me estoy preparando y esperando. Es una cosa maravillosa que podría suceder”, declaro Mike a People. Todavía no se han dado muchos detalles, pero volverá al ring en 2026 ante Mayweather, en un duelo de leyendas, aunque de diferente época.
Diario AS
