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Operativo policial: la familia de Peixão es detenida rumbo a Bolivia; el jefe de TCP evade la captura

La Policía Federal de Carreteras (PRF) detuvo a familiares de Álvaro Malaquias Santa Rosa, de 38 años, conocido como Peixão, uno de los narcotraficantes más buscados de Río de Janeiro, cuando intentaban huir hacia Bolivia. La interceptación ocurrió en la BR-262, en Campo Grande (MS), tras una alerta emitida por la Policía Civil. En los vehículos viajaban la esposa, tres hijos y un sobrino del fugitivo, todos vinculados al Terceiro Comando Puro (TCP). Peixão, sin embargo, no estaba con ellos y continúa prófugo.

Durante el registro de los automóviles, los agentes hallaron joyas con inscripciones alusivas al líder criminal, entre ellas un grueso cordón dorado con una Estrella de David sobre un medallón grabado con la frase “Fuerza de Defensa de Israel”.

Los detenidos fueron acusados de blanqueo de capitales, ocultación de bienes y financiación o integración en organización criminal, ya fuese de forma directa o a través de intermediarios.

Según la PRF, alrededor de la medianoche la Policía Civil de Río pidió apoyo para interceptar dos vehículos que viajaban desde la capital fluminense hacia Corumbá, en la frontera con Bolivia. Durante la inspección, los conductores afirmaron haber sido contratados por un conocido residente en Bolivia para transportar pasajeros desde Río hasta la ciudad fronteriza. También aseguraron que habían volado previamente a Río de Janeiro, donde pasaron la noche, antes de dirigirse a Mato Grosso do Sul.


¿Quién es “Big Fish”?

Peixão es uno de los delincuentes más buscados de Río y nunca ha sido detenido, pese a acumular más de 70 antecedentes penales. De perfil extremadamente violento, bautizó como “Complejo de Israel” a las primeras cinco comunidades que logró dominar —Vigário Geral, Parada de Lucas, Cidade Alta, Pica-Pau y Cinco Bocas— un territorio resguardado por unos 200 fusiles.

Además de ordenar homicidios y cobrar “tasas” a los comerciantes, el criminal —que se autodefine evangélico— es acusado de intolerancia religiosa. Habitantes denunciaron que prohibió vestir de blanco y destruyó terreiros en las favelas bajo su control. En julio del año pasado, circularon en redes rumores de que habría prohibido las festividades juninas en tres iglesias católicas cercanas al Complejo de Israel. La Arquidiócesis negó las amenazas y afirmó que las celebraciones se realizaron con normalidad. Aun así, en aquella época se observó un grafiti con el acrónimo del TCP en una de las paredes laterales de la Iglesia de Santa Edwiges, en Brás de Pina, próxima a la Favela de Cinco Bocas.

Para marcar territorio, Peixão utiliza banderas de Israel y frases bíblicas pintadas en muros. En Cidade Alta, incluso instaló una estrella de David de neón sobre un depósito de agua, símbolo que fue derribado este mes durante una operación conjunta de la Policía Civil y Militar.

Las autoridades describen a Peixão como un líder violento y meticuloso. Ordena ejecuciones, castiga traiciones con la muerte y fue uno de los primeros en introducir drones para vigilar movimientos policiales y rivales.


La dificultad para capturar a “Big Fish”

En febrero, las policías Civil y Militar montaron una operación urgente tras recibir información de que el narcotraficante se escondía en una vivienda de Cidade Alta, en Cordovil, Zona Norte de Río. La acción paralizó la región: la Avenida Brasil fue cerrada y cuatro personas murieron por disparos.

En octubre del año pasado, un operativo en el Complejo de Israel terminó suspendido tras un tiroteo en la Avenida Brasil que dejó tres muertos y tres heridos. Según autoridades de seguridad, los agentes habían llegado cerca de un objetivo relevante en la comunidad y, como respuesta, los criminales dispararon contra civiles para frustrar el avance policial. Tras este episodio, Peixão pasó a ser investigado también por terrorismo.