La policía española está investigando una posible masacre a bordo de un barco de migrantes abarrotado interceptado el 25 de agosto por la Guardia Costera después de zarpar del Sáhara Occidental hacia las Islas Canarias. Hay informes de que hubo ejecuciones a bordo y que la gente se arrojó al mar. Dieciséis personas que estaban en el barco fueron arrestadas.
Según la investigación inicial, había 320 personas en la rudimentaria embarcación, llamada cayuco, cuando salió de la costa oeste de África, pero solo 248 cuando el grupo fue rescatado a la deriva en el Atlántico. La matanza habría ocurrido cuando el buque ya estaba en el día 15 del viaje hacia el territorio insular español.
Según testigos, un grupo de pasajeros acusó a otros emigrantes de «brujería», les disparó y arrojó sus cuerpos al mar, según un informe de «OKDiario». Existe la sospecha de que la acusación se utilizó solo para aliviar el peso y el hacinamiento del cayuco. También hubo informes de que los muertos habían sido acusados de cometer robos durante el cruce.
Según EFE, la policía confirmó que algunas de las 72 desapariciones están siendo investigadas como homicidios. Otros pasajeros habrían muerto de deshidratación o se habrían arrojado por la borda en un estado de delirio.
La policía está investigando una posible conexión entre el reciente incidente y los migrantes retenidos en un campamento vigilado en las Islas Canarias, que podrían ser parte de una red de trata de personas.
Fuente: Extra.Globo.com