Uno de los ataques de tiburones más brutales jamás registrados frente a las costas de Australia, el pasado sábado (6/9), contó con un dramático relato de un testigo en la popular playa de Dee Why, en Sydney (Australia). Mark Morgenthal vio el ataque y dijo que el animal, identificado por los expertos como un gran tiburón blanco, era uno de los más grandes que había visto.
«Había un tipo gritando: ‘¡No quiero que me muerdan! ¡No quiero que me muerdan! ¡No me muerdas!’. Vi subir la aleta dorsal del tiburón y era enorme. Luego vi que la aleta caudal se elevaba y comenzaba a moverse, y la distancia entre la aleta dorsal y la aleta caudal parecía ser de unos cuatro metros, por lo que parecía un tiburón de seis metros», dijo a Sky News Australia.
La víctima era el experimentado surfista Mercury Psillakis, de 57 años. El ataque tuvo lugar 30 minutos después de que el surfista entrara al mar, como lo había hecho en numerosas ocasiones, sin ningún incidente grave.
El cuerpo de Mercury fue sacado del mar sin sus piernas ni un brazo. Las imágenes del torso de la víctima flotando se volvieron virales y asustaron incluso a la comunidad local, que ya está acostumbrada a incidentes que involucran tiburones.
Mercury estaba a 100 yardas de la costa cuando él y su tabla de surf desaparecieron de la vista. Se recuperaron piezas del material y se entregaron a la policía.El surfista tenía una esposa y una hija. Aún más trágico, el domingo se celebró el Día del Padre en Australia.
Fuente: Extra.Globo.com