Una comunidad en Buton, isla de Sulawesi (Indonesia), quedó conmocionada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de un granjero de 55 años dentro del vientre de una pitón reticulada de aproximadamente 7 metros de largo.
La víctima, identificada como Wa Siti, salió el miércoles (9 de abril) a recoger verduras en su huerto, como lo hacía habitualmente. Sus familiares habían advertido sobre la presencia de serpientes en la zona, pero ella, confiada en su experiencia con los reptiles desde niña, decidió continuar con sus labores.
Horas más tarde, al no regresar, sus familiares y vecinos iniciaron una búsqueda desesperada. Fue entonces cuando presenciaron una escena aterradora: una enorme serpiente se encontraba devorando la cabeza del granjero.
El grupo logró capturar a la pitón y la sacrificaron con la esperanza de rescatar a Wa Siti, pero ya era demasiado tarde. Su cuerpo fue hallado completo dentro del reptil.
«Siempre me preocupé por su seguridad. Sabía que había serpientes grandes en esa área. Pero ella no tenía miedo, trabajó en el campo toda su vida», declaró Saimin, uno de sus hijos, al medio británico Daily Mirror.
Indonesia alberga una gran población de pitones reticuladas, especialmente en regiones como Sumatra, Java y Sulawesi. Aunque estos reptiles suelen evitar el contacto humano, los encuentros se han vuelto más frecuentes en zonas rurales o agrícolas, donde las serpientes buscan alimento, como roedores, entre las plantaciones.
Fuente: Extra.Globo.com
