El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, confirmó este lunes que el video en el que reaparece el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, fuertemente armado y acompañado por varios hombres encapuchados, es auténtico en un 89,9%, aunque aún se desconoce el lugar exacto donde fue grabado.
“El video dura aproximadamente 40 segundos. Se ha logrado establecer en un 89,9% que efectivamente es real; el porcentaje restante corresponde al análisis de la locación donde se habría efectuado”, explicó Aguilera.
El viceministro precisó que la difusión inicial del material provino de una cuenta ubicada fuera del país, lo que dificulta rastrear los metadatos y determinar el sitio exacto de la grabación. Aguilera calificó el video como “una puesta en escena” que busca proyectar poder dentro del crimen organizado transnacional.
“Es un cálculo de poder que ilustra patrones del crimen internacional orgánico”, sostuvo al referirse al contenido visual donde Marset aparece armado con fusiles AK-47 y portando un escudo paraguayo, rodeado de hombres encapuchados con rifles AR-15, granadas y chalecos tácticos.
En el material, Marset lanza una amenaza directa contra Erlan Iván Val García López, alias “El Colla”, su presunto excolaborador. “Él llama sapo y delator al señor Erlan Iván Val García López, quien aparentemente horas antes había denunciado un secuestro”, explicó Aguilera en entrevista con Bolivia TV.
Durante el video, el narcotraficante lanza advertencias contra su exsocio y las fuerzas de seguridad.
“Yo puedo hoy estar acá, mañana en Paraguay, otro día en Bolivia, otro día en Colombia; donde sea, estamos preparados para hacer guerra con el que sea, ‘El Colla’, la Policía, no me importa nadie. Nosotros estamos siempre listos. Mejor sean amigos y no enemigos nuestros, porque no les va a ir bien”, advirtió Marset.
Aguilera interpretó el mensaje como un ejemplo de violencia simbólica utilizada por líderes criminales para mantener la cohesión de sus estructuras. “Estos líderes del narcotráfico utilizan la simbólica, la violencia simbólica, para sostener estructuras piramidales en contextos transnacionales”, explicó.
El viceministro advirtió que el video también refleja una crisis interna en las redes criminales vinculadas a Marset, que atraviesan un proceso de fragmentación y disputa por el control de operaciones ilícitas.
“Cuando se desborda una estructura, surgen otras que compiten por el poder. Es lo que algunos denominan la teoría de la desorganización social: al eliminarse la cabeza, aparecen nuevos núcleos independientes”, señaló Aguilera.
En los últimos meses, las autoridades han identificado una intensificación de enfrentamientos y secuestros dentro de estas organizaciones, hechos que —según el viceministro— responden tanto a cálculos de poder como a intereses económicos.
En ese contexto, Aguilera aseguró que los equipos técnicos del Ministerio de Gobierno continúan con los peritajes para verificar la procedencia del video y establecer posibles vínculos con hechos delictivos recientes.















