Cinco años después del inicio de la pandemia de COVID-19, las infecciones invasivas por Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A o GAS) muestran un aumento sostenido en EE.UU., según datos oficiales y estudios recientes. Aunque esta bacteria suele causar enfermedades leves como faringitis, sus variantes invasivas pueden provocar cuadros graves como sepsis, meningitis y neumonía, especialmente en adultos mayores e inmunocomprometidos.
Un estudio de abril de 2025 publicado en JAMA reveló que la incidencia de estas infecciones en 10 estados estadounidenses se duplicó entre 2013 y 2022, con más de 21.000 casos y alrededor de 2.000 muertes. Los CDC confirmaron que los casos han superado los niveles prepandemia.
El Dr. Joshua Osowicki, del Instituto Murdoch en Australia, explicó que las formas graves afectan más a personas mayores, sin hogar, usuarios de drogas intravenosas y residentes de centros de cuidados prolongados. Los mayores de 65 años presentan el índice más alto de mortalidad.
Aunque el GAS sigue respondiendo a la penicilina, se ha registrado resistencia creciente a otros antibióticos, como los macrólidos, complicando el tratamiento en ciertos pacientes. Además, enfermedades como fiebre y cardiopatía reumática han aumentado en áreas con poco acceso a servicios de salud.
A nivel global, el GAS causa cerca de 500.000 muertes anuales. La OMS lo considera un patógeno prioritario. Actualmente, no existe una vacuna aprobada, pero hay al menos 10 candidatas en desarrollo, incluyendo tecnologías de ARNm y ensayos de provocación controlada en humanos liderados por el MCRI.
Vía: Infobae