Los tumores de cabeza y cuello son el sexto tipo de cáncer más común a nivel mundial, con más de 700 mil nuevos casos al año. En Argentina se diagnostican entre 3.000 y 3.500 casos anuales, aunque podrían ser más debido a la subdetección, especialmente en etapas iniciales. La mortalidad varía según la localización y el estadio del diagnóstico, con una sobrevida general del 50 al 60% a cinco años.
Una de las principales preocupaciones actuales es el aumento de los tumores de orofaringe vinculados al virus del papiloma humano (VPH), especialmente en jóvenes. Este tipo de cáncer ya representa el 15% del total y se da incluso en personas sin antecedentes de tabaquismo o alcoholismo. El 70% de los cánceres de garganta estarían relacionados con el VPH, por lo que la vacunación es una herramienta clave de prevención.
Los síntomas varían según el tumor, pero señales de alerta incluyen bultos en el cuello, lesiones en la boca que no sanan, dolor persistente, dificultad para tragar o cambios en la voz. La mayoría de los casos se detectan en estadios avanzados debido a la falta de conocimiento y conciencia sobre la enfermedad.
Los tratamientos han avanzado con el uso de radioterapia más precisa, inmunoterapia y cirugía mínimamente invasiva. La atención debe darse en equipos multidisciplinarios para lograr mejores resultados. La prevención incluye evitar el tabaco y el alcohol, mantener buena higiene bucal, usar protección solar en labios y adoptar cuidados en la vida sexual para reducir el riesgo de contagio del VPH.
Finalmente, especialistas insisten en la importancia de controles periódicos con otorrinolaringólogos, cirujanos de cabeza y cuello y odontólogos, quienes pueden detectar signos de alarma de forma precoz y derivar a tiempo.
Fuente: Infobae