El Tribunal de Justicia de Río de Janeiro admitió la demanda y acusó a Miguel Felipe dos Santos Guimarães da Silva, un soldado del Ejército de 20 años, de grabar y transmitir en vivo a un adolescente prendiendo fuego a un indigente. Fue denunciado por el Ministerio Público por tentativa de homicidio calificado (a título oneroso, por móvil inútil, con uso de fuego y emboscada), asociación delictuosa y corrupción de menores.
Además de aceptar la denuncia, la jueza Lucia Glioche, del Juzgado 4º del Crimen,ordeno la detención preventiva del militar. En el fallo, señaló que la víctima se encontraba durmiendo en la calle, cuando fue golpeado por un objeto inflamable y corrió con su cuerpo en llamas, en busca de ayuda. El crimen habría sido cometido por un adolescente, siendo transmitido en vivo por Miguel Felipe en la plataforma digital.
El crimen ocurrió en febrero, en Pechincha, en Jacarepaguá, en la Zona Oeste de Río. La víctima, Ludierley Satyro José, de 46 años, tenía quemaduras en el 60% de su cuerpo. Las investigaciones muestran que el ataque fue motivado por un desafío lanzado en una comunidad en Discord. El menor aprehendido y los militares detenidos recibieron cerca de R$ 2 mil para cometer los delitos. De ese monto, ya se habían transferido R$ 250.
Durante la transmisión, el adolescente prendió fuego a la víctima, y la grabación se compartió en vivo a una audiencia de más de 200 personas, según la policía.
«El delito imputado a los acusados generó convulsión social. Su gravedad concreta mencionada anteriormente tuvo repercusiones negativas en la ciudad de Río de Janeiro, transmitiendo una sensación de miedo e inseguridad a la población, y el arresto de los acusados es importante para garantizar el orden público», dice un extracto de la decisión del juez.
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Miguel Felipe, según las investigaciones, buscó promover el crimen en las redes sociales para obtener aprobación y reconocimiento. En la comisaría, según el jefe delegado de Decav, Cristiano Maia, los militares dijeron con frialdad que «siente placer al estar frente al ordenador consumiendo contenidos de violencia y pornografía infantil». El militar y el adolescente participaron en grupos virtuales con contenido de crímenes de odio y neonazis.
Vía: Extra.Globo.com