Tras el restablecimiento del orden público en Llallagua, en Potosí, el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, informó la noche del viernes sobre un importante operativo antidrogas desarrollado en la comunidad de Lagunillas, ubicada a 25 kilómetros de esa localidad.
En la última semana, Llallagua fue el epicentro reciente de violentos enfrentamientos entre grupos evistas y la Policía, que dejaron cuatro muertos entre uniformados y civiles. Las mismas autoridades dijeron que parte de los movilizados estaba ocupada en el ilícito en la zona, en el llamado “México Chico”, una especie de tierra de nadie para el narcotráfico, el lavado de dinero y vehículos chutos.
En el marco del “Operativo Vías Seguras”, efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) detectaron 63 viveros de marihuana —23 en etapa de cosecha y 40 en plena producción— y procedieron a la incineración de más de 14,5 toneladas de esta droga.
El ministro Ríos indicó que la acción representó una afectación económica de $us 2,16 millones al narcotráfico. “Se trata de un operativo histórico, ya que es la primera vez que se interviene esta zona con una estrategia organizada. No se produjeron daños materiales, lo que demuestra que el narcotráfico opera en el lugar”, afirmó la autoridad.
En conferencia de prensa, advirtió que las organizaciones criminales que operan en esa región estarían relacionadas con redes de narcotráfico del Trópico de Cochabamba y las responsabilizó por contribuir al luto que atraviesa el país.
Consultado sobre versiones que califican la zona intervenida como “México Chico”, el ministro evitó utilizar ese término. “No nos vamos a referir al lugar con el nominativo de ‘México Chico’; sin embargo, es a corta distancia de la información que tiene recabada la FELCN sobre los ilícitos que se comenten en esa zona”, declaró.
Ríos anunció que los operativos continuarán y que se investiga una posible conexión entre los narcotraficantes de la región y los responsables de los asesinatos de los policías ocurridos días atrás en Llallagua.
Fuente. La Razón