Un ala rota parecía significar el final de la línea para una mariposa monarca en Long Island (Nueva York, EE. UU.). Sin embargo, gracias a la intervención de un buen samaritano, el insecto, cuya especie vive hasta un año, tuvo una segunda oportunidad.
Dagmar Hoffdavis, quien encontró a la mariposa sin vuelo, la llevó al Sweetbriar Nature Center en Smithtown, una organización benéfica que se especializa en la rehabilitación de animales. «No podía batir sus alas ni volar. La mariposa, dicen, trae buena suerte, así que fue algo espiritual para mí», dijo Dagmar.
El raro caso cayó en manos de Janine Bendicksen, directora del centro. «Fue muy complejo, porque esta mariposa podría desmoronarse si presionaba demasiado. Usamos cemento de contacto, maicena y un pequeño trozo de alambre con el que podíamos sujetar a la mariposa», explicó la especialista, y agregó que era la primera vez que intentaba este tipo de procedimiento.
La elegante especie está cerca de ser catalogada como en peligro de extinción, lo que motivó aún más a Janine.
«Usando un ala de una mariposa muerta de nuestro jardín de mariposas, la ajustamos cuidadosamente al ala rota y realizamos una reparación delicada. ¿El resultado? Nunca adivinarías que esta monarca está volando con un ala sustituta. Verlo despegar me hizo llorar. Esta pequeña viajera ahora tiene una segunda oportunidad en la vida y al final de su increíble viaje», dijo el «cirujano».
«La migración de las monarcas es uno de los mayores misterios de la naturaleza. Estas mariposas viajan miles de kilómetros a lugares de invierno en México y el oeste de los Estados Unidos, lugares en los que nunca han estado, guiadas por instintos que aún no entendemos completamente», dijo Janine, asombrada por el éxito del esfuerzo.
Fuente: Extra.Globo.com
