En el marco del feriado de fin de año, la Gobernación de Santa Cruz, a través del Servicio de Encauzamiento de Ríos (Searpi), ha desplegado un plan de contingencia ante la inestabilidad climática que afectará al departamento hasta el 5 de enero. Si bien no se registran desbordes inminentes, las autoridades piden extrema precaución a los ciudadanos que planean actividades recreativas cerca de los cauces.
José Antonio Rivero, director del SEARPI señaló que debido a que los suelos en las cuencas altas ya se encuentran saturados, cualquier precipitación adicional genera escurrimientos directos hacia los ríos, provocando turbiones repentinos. Se prevé que las lluvias se intensifiquen entre el 3 y 4 de enero con el ingreso de un frente frío.
«Los ríos no son lugares de recreación ni de trabajo en este momento», advirtió la autoridad técnica, instando a la población a no exponer sus vidas, considerando el feriado largo en la que las familias aprovechan para buscar lugares fuera de la ciudad. Las zonas de mayor vigilancia para este feriado son la Cordillera, los Valles Cruceños y el Norte Integrado, indicó.
Rivero también informó que como parte de la respuesta inmediata de la Gobernación, se están ejecutando trabajos de emergencia en puntos críticos para proteger zonas productivas y centros poblados; así mismo brigadas de emergencia trabajan en la apertura de canales estratégicos.
Destaca que tras completar labores en Okinawa y Cuatro Cañadas, las cuadrillas se han desplazado a la zona de Puerto Ibáñez (Pailón) para ejecutar obras que protejan a las comunidades de Montero Hoyos y sectores aledaños de la capital cruceña. Concluyó indicando que los técnicos mantienen un monitoreo especial en el Río Grande, que registra una crecida superior a los 2 metros en la zona de Abapó.
