Una familia de Yapacaní quedó devastada tras un violento y trágico accidente de tránsito ocurrido en la carretera hacia la comunidad de Taperita, en el municipio de San José de Chiquitos. Lo que debía ser un viaje breve para trabajar y disfrutar unos días en familia, terminó en un escenario de horror y luto.
Según los reportes, el camión en el que viajaban colisionó de frente contra otro vehículo pesado que se encontraba varado en plena vía y sin ningún tipo de señalización, según relataron los sobrevivientes. El impacto fue brutal. Las consecuencias, irreparables.
Cinco miembros de la misma familia perdieron la vida en el acto: Martha Caba Callampi (54), Luis Franco Galvez (35 ), Marina Miranda Caba (27) Yazmine Galvez Miranda (10) y Yunior Cossio Miranda (15).
Luis y Marina, pareja sentimental, viajaban con su hija Yazmine. Ambas niñas murieron junto a sus padres, dejando huérfanas a dos pequeñas de 10 y 3 años que no estaban en el vehículo. Yunior, sobrino de la pareja, también falleció en el siniestro.
La familia se dirigía a Taperita para cosechar maíz. Los niños aprovecharían el viaje como unas pequeñas vacaciones antes del retorno a clases. Pero el viaje fue interrumpido por una escena dantesca en la carretera.
“Mi madre iba en la cabina, el resto en la carrocería… Mi hermano, que conducía, me dijo que chocaron con un camión sin luces ni señalización. Solo iban por una semana”, relató entre sollozos Ester Miranda, hermana del conductor que sobrevivió al impacto.
Entre los heridos se encuentran el conductor del camión (herido de gravedad), su esposa embarazada, su hijo de 13 años y una prima. Todos permanecen hospitalizados en estado reservado.
Ahora la familia no solo enfrenta el dolor de la pérdida, sino también la angustia de no contar con recursos para costear los gastos médicos y funerarios.La madre de Yunior, uno de los menores fallecidos, viajó hasta Tres Cruces para reconocer el cuerpo de su hijo.
“Mi papá es agricultor… ellos iban a trabajar. Me llamaron para decirme que mi hijo murió. Somos de Yapacaní”, dijo con la voz quebrada. Vecinos y familiares se organizaron para trasladar los cuerpos a Yapacaní, donde serán velados. Mientras tanto, otros acompañan a los heridos en una clínica local, donde cada hora es decisiva.