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Inundaciones en Texas dejan 120 muertos mientras siguen las labores de rescate

El número de muertos en el estado de Texas aumentó a 120, en medio de una de las peores tragedias naturales de los últimos años tras las devastadoras inundaciones en la región central.

El número de personas fallecidas, si bien parecía aumentar aceleradamente en los primeros días, comenzó a estabilizarse desde la noche del miércoles 9 de julio, una señal que, según autoridades, expone las dificultades que enfrentan los equipos de rescate al intentar localizar a los desaparecidos entre los escombros y zonas inundadas.

El jueves por la mañana, funcionarios locales del condado de Kerr, el área más afectada por el desbordamiento repentino del 4 de julio, confirmaron que el saldo de fallecidos no ha variado respecto a la jornada anterior: 96 personas, de las cuales 60 eran adultos y 36 niños.

Las autoridades mantienen la esperanza de encontrar con vida a parte de los 161 desaparecidos reportados aún en el condado, entre ellos cinco acampantes y una consejera del campamento Camp Mystic, según informó el sargento Jonathan Lamb, portavoz del Departamento de Policía de Kerrville.

“Seguimos removiendo escombros y supervisando cada área afectada. La esperanza no se pierde, pero la realidad es dura”, afirmó Lamb. En tanto, la comunidad local enfrenta la tarea de regresar a propiedades devastadas y comenzar a dimensionar los daños personales y materiales.

Camp Mystic, epicentro de la tragedia

Uno de los puntos más golpeados por la crecida del río Guadalupe fue el Camp Mystic, un centro cristiano para niñas donde el agua sorprendió a las instalaciones durante la madrugada. El impacto de la tragedia se sintió con fuerza entre familiares y vecinos, mientras equipos de rescate continúan las búsquedas en la zona.

Una residente, madre de una de las menores desaparecidas, declaró al medio local Texas Public Radio: “No puedo entender cómo esto pasó tan rápido. Estábamos dormidos y, cuando reaccionamos, el nivel del agua ya cubría todo”.

La tragedia en los campamentos a orillas del río genera cuestionamientos sobre la preparación de las autoridades y la capacidad de respuesta ante emergencias de esta magnitud. Un informe reciente de la Associated Press señaló que varias agencias estatales y locales habían dejado pasar oportunidades previas para financiar sistemas de alerta temprana por inundación en la región.

Además, se registraron retrasos importantes en la notificación automática de emergencias: los bomberos voluntarios habrían solicitado emitir una alerta a las 4:22 de la mañana, pero algunos residentes no recibieron ningún aviso hasta casi las diez, según la radio pública texana.

Fuente: Infobae