Las autoridades chilenas investigan la red de protección que permitió al sicario del Tren de Aragua, Alberto Carlos Mejía (18), huir hacia Perú solo dos días después de ser liberado por un grave error judicial que ha generado fuertes cuestionamientos al Poder Judicial.
Mejía, uno de los tres venezolanos acusados del asesinato por encargo de José Felipe Reyes Ossa, alias el “Rey del Meiggs”, fue liberado el 10 de julio tras una confusión con su nombre en los documentos judiciales. A pesar de un correo que advertía mantenerlo en prisión preventiva, Gendarmería ejecutó un oficio incorrecto y lo dejó en libertad, permitiéndole salir caminando junto a dos acompañantes.
El ministro de Seguridad, Luis Cordero, afirmó que el sicario recibió apoyo logístico para huir por un paso no habilitado hacia Perú, red que estaría próxima a ser desarticulada. El Fiscal Nacional, Ángel Valencia, confirmó que el Ministerio Público abrió dos investigaciones: una sobre su liberación y otra para identificar a quienes lo ayudaron a escapar.
Tras su liberación, Mejía viajó desde Santiago a Iquique en un traslado por aplicación pagado en USD 2,500, pasó por un hostal en Arica y cruzó ilegalmente a Tacna, Perú. Su fuga dejó en evidencia graves fallas en la coordinación judicial, el sistema penitenciario y los controles fronterizos de Chile.